MANTIENE CERRADO ESTADIO UNIÓN CASI 6 AÑOS Y PERJUDICA A JUVENTUD DEPORTIVA
PESE A QUE LAUDO de Cámara de Comercio de Lima confirmó validez del contrato con Consorcio Unión Barranco, Jessica Vargas se niega a permitir el reinicio de obras en histórico recinto deportivo.
La disputa por el Estadio Unión, uno de los recintos deportivos más emblemáticos de Barranco, ha entrado en una fase crítica. Desde que en 2018 la Municipalidad Distrital suscribiera con el Consorcio Unión Barranco un contrato de usufructo para la modernización, operación y mantenimiento del estadio, el proceso se ha visto entrampado por decisiones administrativas cuestionadas y una cadena de demandas, recursos y laudos arbitrales que, hasta el día de hoy, la gestión municipal parece decidida a ignorar.
PROCESO
TRANSPARENTE
El contrato de usufructo fue resultado de un proceso transparente y autorizado formalmente mediante el Acuerdo de Consejo N° 024- 2017-MDB, que habilitó a la administración municipal a disponer del Estadio Unión bajo esta modalidad. El Consorcio Unión Barranco se adjudicó la buena pro en enero de 2018, y el 31 de ese mes, ambas partes firmaron el acuerdo que permitía la explotación del predio por un periodo de tiempo determinado a cambio de la inversión necesaria para su modernización.
Sin embargo, en 2019, la Contraloría General de la República observó algunas irregularidades en el proceso de subasta, aunque en ningún momento recomendó anular o dejar sin efecto el contrato.
Pese a ello, la Municipalidad de Barranco, bajo argumentos de defensa de los intereses públicos, emprendió una serie de acciones administrativas que culminaron en la nulidad del contrato y delas bases que lo sustentaron.
El Consorcio Unión Barranco no se quedó de brazos cruzados. En cumplimiento de la cláusula vigésimo novena del contrato, que establece que toda controversia debía resolverse mediante arbitraje, inició un proceso en la Cámara de Comercio de Lima. El primer laudo arbitral le fue favorable, declarando la validez del contrato, pero la Municipalidad logró que la Primera Sala Civil Comercial de Lima lo anulara por considerarlo inmotivado.
Lejos de terminar allí, el proceso se reinició ante un nuevo tribunal arbitral, que tras un exhaustivo análisis resolvió —esta vez por unanimidad— que el contrato de usufructo firmado el 31 de enero de 2018 es un acto plenamente válido, con plenos efectos legales, y ordenó su cumplimiento.
El laudo arbitral, emitido el 19 de septiembre de 2024, fue ratificado con una decisión complementaria el 29 de octubre de ese mismo año, cerrando así cualquier interpretación o vacíos que pudieran ser invocados por las partes. Con esta resolución, la disputa parecía haber llegado a su fin: el contrato debía respetarse, el Consorcio Unión Barranco debía retomar la posesión del estadio y continuar las obras para su acondicionamiento y operación.
A EJECUTAR LAUDO
No obstante, la Municipalidad Distrital de Barranco, encabezada por la alcaldesa Jessica Vargas, se negó a ejecutar el laudo, incumpliendo flagrantemente lo ordenado por el tribunal arbitral, cuya resolución tiene fuerza de cosa juzgada y constituye un título ejecutivo. Tras ello, el consorcio solicitó formalmente a la municipalidad el cumplimiento voluntario, otorgándole un plazo de tres días, que también fue ignorado. Frente a esta negativa, el consorcio presentó una demanda de ejecución ante el 16° Juzgado Civil Comercial de Lima, solicitando que se ordene a la municipalidad cumplir el fallo arbitral,
permitir la recuperación de la posesión del predio y abstenerse de realizar actos
que impidan la ejecución del contrato.
Pese a la claridad del fallo, la Municipalidad ha intentado alargar aún más el proceso, presentando un recurso de anulación contra el segundo laudo, cuya tramitación se encuentra pendiente en la Primera Sala Civil Comercial de Lima.
ESTADIO SIGUE CERRADO
Mientras tanto, el Estadio Unión permanece cerrado, sin que se permita el acceso al consorcio para continuar las obras. La situación ha generado el malestar de
vecinos, deportistas y clubes barranquinos que ven cómo un espacio vital para la comunidad sigue clausurado apesar de existir un contrato válido y decisiones arbitrales firmes que ordenan su reapertura.
ALCALDESA
DESACATA FALLO
El fondo de la controversia es claro: el contrato de usufructo firmado en 2018 fue ratificado como legal, y en base a ello, el Consorcio Unión Barranco tiene el derecho de recuperar la posesión del estadio y concluir su modernización. Sin embargo, la gestión de Vargas ha preferido desconocer la decisión, tensando la cuerda jurídica y exponiendo al municipio
a eventuales sanciones por desacato, además de los perjuicios económicos derivados de la ejecución forzada.
Más allá de las disputas legales, la situación refleja una alarmante resistencia de la autoridad municipal para acatar decisiones arbitrales, lo que pone en tela de juicio la seguridad jurídica de quienes celebran contratos con el Estado. La negativa a abrir el Estadio Unión no solo afecta a la empresa que ganó legítimamente la subasta, sino a miles de vecinos barranquinos que ven truncada la recuperación de un espacio deportivo necesario para la comunidad.
DATOS: LOS SOCIOS DEL CONSORCIO, Eduardo Aguilar, Miguel Chamochumbi y Juan
Pedro Guevara, no son inversionistas extranjeros, Ellos son reconocidos exfutbolistas peruanos que se dedican a la formación de menores.