En el Día Mundial de la Tierra, la oficina de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) de Tingo María hace un llamado a recordar que proteger la fauna silvestre también es cuidar de nosotros mismos. Desde Leoncio Prado, en Huánuco, donde se encuentra el emblemático Parque Nacional Tingo María, recalcan la importancia de tomar conciencia sobre el impacto de nuestras acciones en los animales que comparten este territorio.
María López, médico veterinaria de la ATFFS, relató un caso reciente. En la zona turística de Jacintillo, dos boas constrictor fueron decomisadas tras ser utilizadas como atracción para los visitantes. “Eran utilizadas para atraer turistas y sacarse fotos. Estaban en condiciones de hacinamiento, con signos de maltrato físico y estrés severo”, denunció. Las serpientes sufrían por el encierro, una alimentación inadecuada y lesiones visibles. Una de ellas incluso tenía el hocico amarrado con cinta adhesiva.
La especialista también mencionó el caso de la zarigüeya, conocida localmente como “muca”, una especie frecuentemente agredida o atropellada. Aclaró que se trata de un marsupial con un rol importante como controlador biológico, y no de un roedor, como muchas personas creen.
Riesgos del cautiverio
López señaló que muchos animales criados en cautiverio no pueden ser reinsertados en su hábitat natural debido a la pérdida de sus instintos. “Muchos creen que pueden devolver un mono o un ave al bosque cuando ya no los quieren en casa, pero si han perdido su instinto salvaje, están condenados al cautiverio de por vida”, explicó.

El Parque Nacional Tingo María alberga especies como los guácharos, aves frugívoras que contribuyen a la regeneración de los bosques al dispersar semillas. Su presencia también impulsa el turismo sostenible en la región. “Gracias a estas aves, se promueve también el turismo sostenible. Su vuelo nocturno y su canto han despertado la admiración de miles de visitantes nacionales y extranjeros”, agregó.
Marco legal y responsabilidad ciudadana
Por su parte, la especialista forestal Nerida Salazar recordó que la Ley Forestal y de Fauna Silvestre prohíbe la tenencia, caza, captura o exhibición de fauna silvestre, salvo en casos específicos autorizados. “Solo los animales provenientes de zoocriaderos legalmente establecidos pueden ser tenidos en cautiverio, y en Perú son muy pocos. Por tanto, no es legal ni ético tener un animal silvestre como mascota”, indicó.
Salazar también advirtió sobre la información errónea difundida en redes sociales que promueve la tenencia doméstica de animales silvestres. Recalcó que su protección implica garantizar su vida en libertad, dentro de su entorno natural.
Llamado a la acción
Las autoridades insistieron en que la conservación de la fauna silvestre requiere de la participación activa de la ciudadanía. “No basta con que una sola institución luche por proteger los bosques y la fauna. Necesitamos que la población se comprometa, denuncie, se informe y actúe con responsabilidad. La vida silvestre no es adorno, ni entretenimiento: es un pilar de la vida en el planeta”, concluyó López.

La ATFFS de Tingo María reiteró que la preservación de los ecosistemas y las especies que los habitan es una tarea colectiva, y que el respeto por la fauna silvestre es fundamental para la salud del planeta.
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